En Cooperativa Cerrajeros Madrid nos gusta reparar. Es en este campo donde se nota la diferencia de un cerrajero con experiencia o no. Pero siempre hay que valorar y justificar si vale la pena reparar la cerradura. Hay que ver estado general de todo el conjunto, el coste en mano de obra que supondrá, el tiempo, los materiales, en fín, a veces no es rentable y otras veces no es seguro aunque en todas nuestras averías damos 3-6 meses de garantia Las tendencias de los tiempos que corren son opuestas a la reparación. La era del consumismo hace que muchas veces las marcas no tengan piezas de sustitución y tengamos que instalar una cerradura nueva. Otras veces con cerraduras descatalogadas de gama alta, como por ejemplo Fichet, tenemos piezas y recambios adquiridos en el mercado de segunda mano, porque es el único recurso para encontrar pequeños componentes obsoletos.
Aunque generalmente las reparaciones de cerraduras suelen venir porque uno de los bloque se ha desgastado y genera un bloqueo en todo el conjunto también existe la posibilidad de que haya sido mal instalado o que esté sometido a un mal uso diario.
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Las condiciones atmosféricas también pueden acentuar su vida útil. Y en todos casos un buen mantenimiento y revisión periódico es vital para alargar su duración. La mayoría de las veces las piezas que ejercen un movimiento mecánico carecen de lubricación y dan pequeños avisos ya sea con sonidos, chirriando, con endurecimientos, fricciones, etc. Todos estos síntomas si le hacemos caso omiso acaban derivando en una avería, que muchas veces ya es irreversible y hay que optar por instalar una nueva cerradura. Un caso muy común de avería es por ejemplo cuando del uso diario a lo largo de varios años, las bisagras se van desgastando, ese desgaste produce una pérdida de altura en la puerta, lo que se conoce como “la puerta está caída”. ¿Qué sucede? Que al caerse la puerta varios milímetros la cerradura pierde su eje respecto a los agujeros del cerco o marco, esto deriva en una fricción al cerrarla con llave (de los bulones con los agujeros) ya su vez se transmite a la caja central, bombín y llave. Este problema corregido en el punto inicial tiene una fácil y barata solución: corregir la altura, frente a su polo opuesto que muchas veces acaba siendo el cambio total de la cerradura.